LA CRUEL DISCRIMINACION
Hace un poco más de 20 años que poseo una enfermedad neurológica y degenerativa que se llama “Esclerosis Múltiple”, con la cual peleo a diario. Desde el comienzo de la misma me he recibido con muchísimo esfuerzo de lo que había estudiado. Sistemas.
Pase por diferentes trabajos, primero como operador, después programador y luego como Instructor. En el medio tuve avisos de desmejora en mi enfermedad que hicieron que tuviera que usar un bastón para ir a trabajar o a entrevistas para conseguirlo. Yo lo llevaba en mi maletín y trataba de caminar lo más normal posible.
Luego comencé a pasar por diferentes Institutos que se enfocaban en la capacitación. Primero en el Estado Nacional y luego para empresas y particulares. Pasaron quince años, unas 10000 personas, diferentes países y muchas desmejoras físicas.
El motivo de esta carta es que hace cerca de seis meses que no me llaman para trabajar. Esgrimen problemas edilicios, ya que cambiaron de lugar las oficinas y no es “cómodo” para ir en silla…
En estos tiempos en donde los jóvenes (18 a 30 años) no estudian, ni trabajan, ni se cuidan, ni nada; yo con 42 años y 20 de experiencia, BUSCO UNA POSIBILIDAD PARA PODER SEGUIR SINTIÉNDOME ÚTIL PARA MÍ Y PARA MI ENTORNO. Sé que lo que hago, lo hago muy bien y a conciencia y es una lastima que no se me ofrezca por un problema visual de algunos pocos…
En estos tiempos en donde los jóvenes (18 a 30 años) no estudian, ni trabajan, ni se cuidan, ni nada; yo con 42 años y 20 de experiencia, BUSCO UNA POSIBILIDAD PARA PODER SEGUIR SINTIÉNDOME ÚTIL PARA MÍ Y PARA MI ENTORNO. Sé que lo que hago, lo hago muy bien y a conciencia y es una lastima que no se me ofrezca por un problema visual de algunos pocos…
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